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Estudiantes de diversas escuelas en Cuajinicuilapa, Guerrero, han permanecido sin clases durante más de un mes debido a las amenazas del crimen organizado contra los maestros.
Las actividades escolares, que se habían reanudado el lunes 14 de octubre, fueron nuevamente suspendidas ese mismo día tras la aparición de listas con nombres de profesores, en las cuales se les amenazaba de manera pública.
Debido a la violencia, estudiantes de primaria, secundaria y preparatoria optan por clases virtuales y realizan tareas en centros comunitarios, como el Centro de Integración Familiar.
Hasta la fecha, ni la Secretaría de Educación de Guerrero (SEG) ni la senadora Beatriz Mojica, quien se identifica como representante afromexicana, han emitido algún pronunciamiento sobre la situación.
La violencia en la zona ha generado temor entre los habitantes, quienes reportan sentirse impotentes ante la falta de seguridad y piden la intervención de las autoridades estatales y federales.
El lunes 15 de octubre, el Ayuntamiento de Cuajinicuilapa suspendió actividades y cerró sus puertas tras recibir nuevas amenazas de grupos delincuenciales. Aunque dependencias como Agua Potable y Servicios Públicos siguen operando, la mayoría de las oficinas gubernamentales cesaron labores.
La población ha denunciado la falta de seguridad en el municipio, a pesar de la presencia de la Policía Estatal.
El mismo día, se registraron varios asesinatos de taxistas en el centro de Cuajinicuilapa, lo que agravó el clima de inseguridad. En uno de los casos, dos hermanos, uno de ellos líder de un sitio de taxis, fueron asesinados a balazos por sujetos desconocidos.
El sábado 12 de octubre, sujetos desconocidos incendiaron la casa y el automóvil del tesorero del Ayuntamiento de Cuajinicuilapa, Roberto Avelino Vargas, lo que obligó a que él y su familia huyeran del municipio. Tras recibir amenazas, el funcionario decidió trasladarse a otro estado del país.
A pesar de la presencia de elementos de la Policía Estatal y la Guardia Nacional, los habitantes de Cuajinicuilapa continúan exigiendo mayor protección y el envío de refuerzos para garantizar la seguridad en la zona.