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Walter Magesa, un biólogo de Tanzania, lidera esfuerzos para entrenar ratas gigantes africanas capaces de detectar productos ilegales de vida silvestre, como cuernos de rinoceronte y colmillos de elefante, según un artículo publicado por Nature. Estas ratas, conocidas por su agudo sentido del olfato, también han demostrado ser útiles en la detección de minas terrestres, explosivos y casos de tuberculosis en África y otros países en conflicto.
El entrenamiento de las ratas se lleva a cabo en el Centro de Investigación y Entrenamiento de APOPO, ubicado en la Universidad de Agricultura Sokoine (SUA), en Morogoro, Tanzania. Allí, los animales aprenden a identificar olores específicos asociados a contrabando de especies protegidas, como escamas de pangolín o madera de granadillo africano. Este proceso implica asociar un sonido de clic con una recompensa alimenticia, lo que refuerza su capacidad para distinguir entre olores objetivos y no objetivos.
El programa también incluye la capacitación para que las ratas trabajen con un arnés y respondan a comandos específicos. En 2023, Magesa acompañó a su equipo al puerto de Dar es Salaam, donde las ratas demostraron un 83% de precisión al identificar productos ilegales ocultos en bolsas y contenedores. Este avance subraya el potencial de estas ratas para superar las limitaciones de los métodos tradicionales de detección, como los rayos X, que son costosos y requieren más tiempo.
Magesa, quien inició su trayectoria en APOPO como becario de investigación en 2021, obtuvo en 2024 una maestría en Biología Molecular de Salud Integral. En sus palabras, el cuidado y manejo adecuado de los animales es clave para su efectividad, ya que cada rata tiene un peso controlado y un entrenamiento personalizado.
Las ratas de APOPO, que pueden vivir hasta ocho años, han sido utilizadas en misiones de detección de minas en países como Camboya y Angola, y ahora amplían su impacto en la conservación de especies protegidas y el combate al tráfico ilegal de vida silvestre.