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El Gobierno de México ha desplegado 200 miembros de su Cuerpo de Fuerzas Especiales de élite en el estado de Sinaloa, según un comunicado emitido por la Secretaría de la Defensa Nacional.
Este despliegue tiene como objetivo reforzar la seguridad en la región y colaborar con las autoridades locales para reducir las actividades ilícitas de grupos criminales y garantizar el orden y la paz pública.
El anuncio se produce tras el arresto el jueves de los líderes del cártel de Sinaloa, Ismael “El Mayo” Zambada García y Joaquín Guzmán López, hijo de “El Chapo” Guzmán, por parte de las autoridades estadounidenses.
Ambos fueron detenidos ayer tras aterrizar en un avión privado en el aeropuerto de El Paso, Texas.
Según un comunicado del Departamento de Justicia de EE.UU., ambos enfrentan varios cargos por dirigir las operaciones criminales del cártel y por su participación en redes de fabricación y tráfico de fentanilo.
La Administración de Control de Drogas de EE.UU. (DEA) ofrecía una recompensa de 15 millones de dólares por información que llevara a la captura de Zambada.
El cártel de Sinaloa, formado a fines de la década de 1980, es uno de los grupos criminales más poderosos del mundo, recaudando miles de millones de dólares anualmente a través del tráfico de drogas a Estados Unidos y otros países.
El diplomático estadounidense John Feeley, quien trabajó en la Embajada de EE.UU. en México y ejerció como embajador en Panamá, describió a Ismael Zambada como "casi una leyenda" debido a su habilidad para evadir la captura durante décadas.
Feeley destacó que Zambada mantenía un perfil bajo y se creía que vivía en la zona montañosa de Sinaloa.
