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El presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, volvió a manifestar su intención de adquirir Groenlandia, calificando su control como una "necesidad absoluta" para la seguridad nacional y la libertad a nivel global. Estas declaraciones generaron una respuesta inmediata del primer ministro de Groenlandia, Múte Egede, quien reiteró que el territorio autónomo "no está en venta".
"Groenlandia es nuestra. No está en venta y nunca lo estará", afirmó Egede en un comunicado difundido en redes sociales. Además, señaló que el pueblo groenlandés no debe perder la lucha histórica por su libertad, aunque destacó que el territorio sigue abierto a la cooperación y el comercio internacional.
Trump hizo estos comentarios tras anunciar a Ken Howery, cofundador de PayPal y exembajador en Suecia, como su elección para representar a Estados Unidos en Dinamarca, país que ejerce soberanía sobre Groenlandia. Según el presidente electo, la adquisición de la isla más grande del mundo es de interés estratégico, especialmente ante el aumento de actividades de China y Rusia en el Ártico.
La primera ministra de Dinamarca, Mette Frederiksen, también reiteró su postura en contra de la venta de Groenlandia, calificando la propuesta como "absurda". Por su parte, el gobierno danés expresó su disposición a mantener la cooperación transatlántica con la nueva administración estadounidense, pero se alineó con la negativa del gobierno groenlandés.
Durante su primera administración, Trump ya había planteado la posibilidad de adquirir Groenlandia, llegando incluso a destinar $12 millones de dólares para su desarrollo económico, además de reabrir un consulado estadounidense en la isla. Groenlandia, rica en minerales como tierras raras, grafito y uranio, posee importantes recursos estratégicos, aunque su explotación enfrenta retos significativos debido a las condiciones geográficas y climáticas.