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Tensión entre Brasil y Estados Unidos por trato a migrantes deportados

El gobierno brasileño condenó el trato recibido por 79 ciudadanos deportados, calificando el uso de esposas como un "flagrante desprecio a los derechos fundamentales"

El gobierno brasileño condenó este sábado el trato recibido por 79 ciudadanos

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El gobierno brasileño condenó este sábado el trato recibido por 79 ciudadanos brasileños deportados desde Estados Unidos, quienes llegaron al país esposados y con tobillos amarrados, en un vuelo que aterrizó el viernes en Manaos. Este incidente marca el primer roce entre los gobiernos del presidente estadounidense Donald Trump y el mandatario brasileño Luiz Inácio Lula da Silva.

El Ministerio de Justicia de Brasil calificó el uso de esposas como un "flagrante desprecio a los derechos fundamentales" y destacó que la dignidad humana es un valor innegociable para el estado brasileño. Tras el arribo del vuelo, las autoridades locales ordenaron la inmediata liberación de los deportados de las restricciones físicas, subrayando la soberanía nacional.

El vuelo, procedente de Estados Unidos, tenía como destino inicial la ciudad de Belo Horizonte, pero debido a problemas técnicos realizó una escala en Manaos. Los deportados permanecieron en el aeropuerto durante la noche, donde recibieron atención médica, agua y colchones proporcionados por las autoridades locales. Posteriormente, una aeronave de la Fuerza Aérea brasileña fue utilizada para completar su traslado a Belo Horizonte.

Las imágenes transmitidas por la televisión brasileña mostraron a algunos de los deportados con manos y tobillos atados al descender del avión. Estas imágenes han generado críticas en Brasil, en un contexto de endurecimiento de las políticas migratorias de la administración Trump, que incluyen deportaciones masivas y el despliegue militar en la frontera con México.

Una fuente del gobierno brasileño afirmó que este vuelo no forma parte de las recientes redadas anunciadas por Trump, sino de un acuerdo bilateral vigente desde 2017, que ya ha permitido expulsiones en el pasado. Sin embargo, el incidente ha sido percibido como un desafío diplomático para las relaciones entre ambos países.

Desde que asumió el 20 de enero, Trump ha ordenado medidas contra la migración irregular, incluyendo la deportación de cientos de personas. En este contexto, Brasil ha enfatizado la necesidad de respeto a los derechos humanos de sus ciudadanos en el extranjero.

El presidente Lula da Silva, quien asumió una postura crítica ante el incidente, ordenó una respuesta inmediata para garantizar el traslado digno de los deportados y reforzó el compromiso de su gobierno con la protección de los derechos de los brasileños. Este evento subraya los desafíos en la relación bilateral y las implicaciones de las políticas migratorias estadounidenses en la región.

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