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La presidenta Claudia Sheinbaum confirmó el envío de una nota diplomática a Estados Unidos tras el anuncio de que militarizará una franja de terreno federal en la frontera con México. La mandataria señaló que si bien reconoce la autonomía de las decisiones estadounidenses en su territorio, espera que no impliquen trasladar la frontera hacia suelo mexicano.
El gobierno estadounidense informó el 12 de abril que asumirá el control de la Reserva Roosevelt, una franja de 18 metros de ancho que limita con California, Nuevo México y Arizona. Según un memorándum de la Casa Blanca, el objetivo es instalar barreras fronterizas y equipos de vigilancia, aunque no se especificó si incluirá la construcción de nuevas secciones del muro.
Sheinbaum mencionó que situaciones similares ocurrieron anteriormente durante la construcción del muro fronterizo, pero destacó que se mantiene la colaboración bilateral en materia de seguridad. "Pedimos siempre respeto y coordinación", afirmó la presidenta durante su declaración.
Expertos en política migratoria han cuestionado la legalidad de esta medida, argumentando que podría violar la Ley Posse Comitatus, que limita el uso de fuerzas militares para labores de seguridad interna. Mientras tanto, el gobierno estadounidense inició un periodo de evaluación de 45 días antes de implementar acciones adicionales.
Esta decisión se produce en un contexto donde el presidente Donald Trump ha considerado invocar la Ley de Insurrección de 1807 para ampliar las facultades militares en operaciones fronterizas, lo que generaría mayor tensión en la región.
