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Al cumplirse un año de la devastación del huracán Otis, familiares, compañeros y amigos de marineros fallecidos y desaparecidos realizaron una misa y ofrenda floral en su memoria.
La misa fue oficiada por el arzobispo Leopoldo González González en las instalaciones del Club de Yates.
“Señor que estén en tus manos y los miramos en tus manos, eso puede ser fuente de paz en su vivir diario, junto a estas súplicas por nuestros hermanos difuntos, miren que nuestros corazones están también en una palabra de gratitud a nuestro Señor”, dijo en su mensaje, el arzobispo.
Leopoldo González oró por todas las personas, grupos, instituciones no gubernamentales, dependencias y diócesis, quienes apoyaron al puerto en su reconstrucción.
Durante la ceremonia religiosa fueron nombrados algunos de los marineros que fallecieron o que no han sido encontrados.
