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Ciudad Nezahualcóyotl, Estado de México, es cuna del grupo cultural Poetas en Construcción que nació en el año en que un eclipse de sol puso a oscuras a la humanidad durante algunos minutos. Un abarcante poema, con tintes de maldito, se cernía entonces sobre la superficie variopinta del planeta.
En 1991 un pequeño grupo de escritores y artistas del oriente del Valle de México se juntó para dar vida a Poetas en Construcción que se afincó en una casa de la colonia Maravillas en Neza, cuyas puertas se abrieron tan anchas y tan altas como las figuras que entraban y salían.
En su poema “Taller”, una de las pioneras del grupo: Adela Rodríguez, escribió el fragmento: “En esas tardes era otoño / Jugábamos a inventar sonidos / a pintar con adjetivos el aire / a probar el sabor de las palabras”. (Poetas en Construcción, Porfirio García, compilador).
Con el clamor de “¿Dónde están los poetas del pueblo?”, uno de los pilares, Kuitlauak Macías, puso el dedo sobre la llaga de la palabra ardiente y fundadora, y ha sido motor poderoso para la larga vida de la agrupación.
Al inicio, con la ciudad pobre y polvosa como centro de toda urgencia y asomo de futuro, el grupo se empeñó en delimitar un territorio liberado por la poesía: “Ahora sólo vale decir (infinitamente) / que el ‘coyote en ayuno’ sigue vivo / que ha encontrado la palabra / que ha erigido por fin un pensamiento / y que habrá que hacerle un lugar… / entre los libros”, escribió Porfirio en “¡Vencimos!”, en la compilación ya citada, que a la postre fue el primer libro de este sendero que no acaba.
Pronto el grupo se hizo universal, llegamos a él decenas de pretenciosos, del municipio y de otras geografías, y todas y todos hemos sido una letra, un signo, en este mar de cultivo de poesía que prevalece.
La alineación actual tiene, además de Porfirio y Kuitlauak, a César Cedillo, Elizabeth Maldonado, Santos Velázquez, Norberto El Herrera, Jonathan Ruiz, Ángel Rojo, Esteban Aldana (poeta del canto) y quien esto escribe, con constantes visitas de muy queridos amigos escritores como Ángel Corral y Gustavo Cortés, también extraordinario hombre del teatro.
En su 33 aniversario, el principal festejo vino desde la sociedad civil con los siempre solidarios compas (hermanos mayores, les decimos) del Centro Educativo, Cultural y de Organización Social (CECOS) al frente de una jornada poética en sus instalaciones del primer cuadro de la ciudad necia.
La radio comunitaria En Neza Radio 97.3 FM, la rabiosamente digna, abrió también sus espacios para que el programa semanal “En su tinta radio” dedicara su programación del mes de agosto a diálogos y entrevistas con poetas del grupo, con el regreso del maestro Porfirio García Trejo en la conducción.
Luego se presentó un convite en la casa del poeta Norberto El Herrera, con su infaltable Lucero, donde alimentos y trago nunca faltan, como tampoco expresiones diversas de arte que surgen desde la esencia de la cultura comunitaria, la convivencia fraterna y la camaradería barrial.
Treinta y tres años de poesía necesaria, de un grupo que es referente en la escena cultural alternativa, que no es oficial, que no es impostada, que no acepta acotaciones y que, sin embargo, es de larga y fuerte presencia, es de algún modo popular, es la expresión de un pueblo que se afirma en lo que de él dicen sus hijas e hijos.
Como integrante del grupo, mis preguntas recurrentes en los últimos días hacia mis colegas han sido ¿cuál es la poesía que se hace hoy, qué la motiva por la época, qué movimiento despierta y la mantiene como flama revolucionaria?
Porfirio tiene otras interrogantes que vale la pena revisitar a la luz del nuevo año del grupo:
“¿Cuál es la misión del ser humano? / ¿Fundar lo que el padre universo olvidó? / ¿Propiciar encuentros? / ¿Crear caminos? / ¿Ser conciencia del cosmos? / ¿Laboratorio de dudas y temores?”. (Fragmento de Orí-genes, Alfarería de Sueños, Jornadas del Pensamiento).
Con los años, vendrán más preguntas, propio de la poesía, que más allá de perseguir conocimiento busca fundar y refundar lo más humano de nosotros en cada recoveco de lo que somos capaces de sentir y pensar, guiados por principios e ideales, locales y universales, que nos hacen permanecer despiertos y de pie.
Larga vida a los Poetas en Construcción.
