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Decenas de miles de personas participaron este sábado en las protestas "Hands Off!" (Manos Fuera) en más de 1,200 ciudades estadounidenses, en lo que constituye la mayor movilización opositora desde el regreso de Donald Trump a la presidencia.
Las manifestaciones, organizadas por más de 150 grupos civiles incluyendo sindicatos, organizaciones de derechos humanos y colectivos LGBTQ+, expresaron rechazo a medidas recientes como despidos masivos de empleados federales, recortes a programas sociales, restricciones migratorias y reducción de protecciones para personas transgénero.
En Washington D.C., los manifestantes se congregaron frente al Monumento a Washington con carteles que criticaban lo que denominan "sobrepaso autoritario" de la administración Trump. Kelley Robinson, presidenta de Human Rights Campaign, declaró: "Están criminalizando a nuestros doctores, maestros y familias".
Simultáneamente, en ciudades como Nueva York, Los Ángeles, Seattle y Boston, los participantes mostraron su descontento con consignas contra las políticas económicas y sociales del gobierno. En Florida, las protestas se realizaron a pocos kilómetros del campo de golf donde Trump pasó el día.
El movimiento opositor busca recuperar impulso tras las controvertidas decisiones de los primeros meses del mandato presidencial. Las manifestaciones se desarrollaron pacíficamente, sin reportes de incidentes graves.
Mientras tanto, en el ámbito político, figuras como el senador Cory Booker y el expresidente Barack Obama hicieron llamados a defender los valores democráticos, advirtiendo sobre los riesgos que, según ellos, representa la actual administración para las instituciones del país.
