Table of Contents
A 28 días del devastador impacto del huracán John en la región de la Montaña de Guerrero, 245 jornaleros y sus familias han abandonado sus comunidades en busca de trabajo en los campos agrícolas de Sinaloa, según informó el Centro de Derechos Humanos de La Montaña 'Tlachinollan'.
Las familias, originarias de comunidades nahuas como Chiepetepec, Tres Caminos, Tlatlauquitepec y Ayotzinapa en Tlapa; Cacahuatepec y Cuautololo en Copanatoyac; Chimixtla y Chalma en Atlixtac; Loma Encino en Iliatenco; y Tapayoltepec y Colombia de Guadalupe en Malinaltepec, se vieron obligadas a salir debido a la destrucción de sus cultivos.
El lunes 21 de octubre, comenzaron a partir en cinco autobuses hacia los campos de verduras chinas en Sinaloa. Muchas de estas familias huyen de las precarias condiciones en sus comunidades devastadas por el huracán.
"Nos vamos porque no tenemos otra opción. Trabajamos desde las cinco de la mañana hasta las seis de la tarde", relató una mujer de Chiepetepec mientras abrazaba a su hija de dos años. Se dirigirán a trabajar en el campo Buen Año de la empresa Golden Fields.
Francisco Crescencio, mayordomo del grupo, explicó que el trabajo en los campos consiste principalmente en desyerbar y cortar verduras chinas, que son exportadas a Estados Unidos y China. "Cada caja de verduras se paga entre 15 y 30 pesos, dependiendo de la rapidez", dijo. Los jornaleros más rápidos logran juntar hasta 20 cajas al día, mientras que los más lentos solo alcanzan ocho.
El proceso de partida fue largo. Desde temprano, las familias comenzaron a cargar sus pertenencias en los autobuses: petates, parrillas para cocinar, y costales de despensa. Alrededor de las 2 de la tarde, los autobuses llegaron a la Unidad de Servicios Integrales (USI) en Tlapa, donde el Consejo de Jornaleros Agrícolas de la Montaña (CJAM) registró a todas las familias antes de su partida. Allí, también recibieron alimentos antes de continuar su largo viaje.
Hacia las 7 de la tarde, los cinco autobuses emprendieron el trayecto hacia Sinaloa. El viaje, de aproximadamente 36 horas, culminará la mañana del miércoles 23 de octubre. Las familias tendrán poco tiempo para instalarse antes de comenzar sus extensas jornadas laborales, que serán su única esperanza de obtener ingresos tras las pérdidas sufridas por el huracán.