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Hombre vivió 100 días con un corazón de titanio en Australia

A diferencia de casos previos, este australiano llevó una vida cotidiana con el dispositivo

Un corazón artificial de titanio, conocido como BiVACOR

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Un australiano de unos 40 años se convirtió en la primera persona en el mundo en salir de un hospital tras vivir con un corazón artificial de titanio, conocido como BiVACOR. El dispositivo, utilizado como medida temporal para pacientes con insuficiencia cardíaca a la espera de un trasplante, permitió al hombre vivir más de tres meses antes de recibir un corazón humano donado.

La operación se realizó en el Hospital St Vincent’s de Sídney, donde, según un comunicado del centro, el paciente se recupera de manera estable.El BiVACOR, que reemplaza completamente el corazón, fue implantado en este hombre, el sexto receptor a nivel global, aunque es el primero en usarlo por más de un mes fuera de un entorno hospitalario.

A diferencia de casos previos en Estados Unidos, donde los pacientes permanecían bajo supervisión médica constante, este australiano llevó una vida cotidiana con el dispositivo. Joseph Rogers, cardiólogo del Texas Heart Institute en Houston y líder del primer ensayo del BiVACOR, destacó que este caso aporta datos clave sobre cómo las personas se adaptan al dispositivo en el mundo real.

El corazón artificial, creado por el ingeniero biomédico Daniel Timms, fundador de la empresa BiVACOR con sedes en California y Australia, funciona con un rotor suspendido magnéticamente que bombea sangre de forma continua. Conectado a un controlador externo portátil mediante un cable bajo la piel, opera con baterías durante el día y puede enchufarse a la red eléctrica por la noche. A diferencia de otros dispositivos mecánicos que apoyan solo el lado izquierdo del corazón y tienden a desgastarse por sus múltiples componentes, el BiVACOR tiene una sola pieza móvil, lo que podría reducir fallos, según Rogers.

Expertos como Julian Smith, cirujano cardíaco del Victorian Heart Institute en Melbourne, consideran este avance significativo para el campo médico. Sin embargo, Sarah Aitken, cirujana vascular de la Universidad de Sídney, señaló que aún hay dudas sobre la funcionalidad que ofrece a los pacientes y su costo final, dado que la investigación y las cirugías implicadas son de alto riesgo y requieren gran inversión.

En Estados Unidos, donde cerca de 7 millones de adultos padecen insuficiencia cardíaca, solo se realizaron unos 4,500 trasplantes en 2023 debido a la escasez de donantes. Algunos cardiólogos sugieren que el BiVACOR podría ser una opción permanente para quienes no califican para trasplantes por edad u otras condiciones, aunque esto aún requiere pruebas en ensayos clínicos.

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