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Gustavo Alarcón Herrera, presidente municipal de Chilpancingo y médico internista, presidió la ceremonia de graduación de médicos internos del Hospital General Raymundo Abarca Alarcón. Durante el evento, Alarcón destacó el esfuerzo y compromiso de los egresados, quienes culminan una etapa crucial en su formación profesional.
"Hoy celebramos más que el fin de un ciclo: celebramos el inicio de una misión de vida. Ustedes no solo son médicos, son la esperanza de nuestra comunidad, la mano que aliviará el dolor y el corazón que dará aliento a quienes lo necesiten", expresó Alarcón, dirigiéndose a los jóvenes egresados.
La Dra. Rosario Atenea García, una de las egresadas, compartió palabras de agradecimiento durante el evento. "Este internado nos transformó. Nos enfrentamos a miedos, aprendimos lecciones de vida y crecimos como profesionales. Nunca olvidaré el apoyo de nuestros mentores, enfermeras, pacientes y compañeros, quienes hicieron de este recorrido una experiencia invaluable", declaró García.
Alarcón subrayó el papel vital que estos nuevos médicos tendrán en Chilpancingo, enfrentando retos en áreas como la salud, la educación y las desigualdades sociales. "La profesión médica es un llamado constante al aprendizaje, a la empatía y al servicio. Ustedes son parte esencial del bienestar de nuestra gente, y confío en que su entrega marcará la diferencia", afirmó.
Los médicos internos realizaron el juramento hipocrático, comprometiéndose a ejercer con ética, empatía y dedicación. Este evento resalta el valor de la vocación médica y refuerza la esperanza en el futuro de la salud en Chilpancingo, reconociendo el esfuerzo de quienes asumen esta responsabilidad.