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Un estudio publicado en la revista científica Nature analiza cómo los incendios en zonas urbanas, como los ocurridos en Los Ángeles, se comportan de manera distinta a los incendios forestales. Según la investigación, estos incendios devastadores, denominados "tormentas de fuego urbanas", se originan cuando las edificaciones mismas se convierten en combustible, lo que favorece la propagación de las llamas de una vivienda a otra.
Los expertos señalan que estos incendios están aumentando en frecuencia debido a una combinación de factores climáticos y decisiones humanas. Condiciones climáticas extremas, como cambios abruptos entre periodos muy húmedos y muy secos, conocidos como "cambios hidroclimáticos", desempeñan un papel crucial. En el caso de Los Ángeles, las lluvias abundantes en 2023 y principios de 2024 impulsaron el crecimiento de vegetación, que luego se secó y se convirtió en combustible por la falta de precipitaciones desde julio.
Otro factor es la expansión de las ciudades hacia áreas conocidas como la interfaz urbano-forestal, donde los asentamientos humanos se mezclan con paisajes naturales. En estas zonas, los incendios que comienzan en áreas naturales pueden extenderse rápidamente a áreas urbanas densamente pobladas, como ocurrió en Lahaina, Hawái, en 2023, y Valparaíso, Chile, en 2024.
Los investigadores están estudiando cómo se propagan los incendios urbanos para diseñar estrategias de prevención. Por ejemplo, el calor radiante de una estructura incendiada puede encender edificaciones cercanas, incluso si no están en contacto directo con las llamas.
En el Instituto de Seguridad para Negocios y Viviendas, en Tampa, Florida, se están realizando pruebas controladas para determinar a qué distancia deben estar las estructuras para evitar una propagación en cadena. Resultados preliminares sugieren que, por ejemplo, los cobertizos deben estar a al menos seis metros de las viviendas principales.
El estudio concluye que, además del cambio climático, la densidad de edificaciones y la planificación urbana son factores determinantes en la propagación de incendios. Por ello, los investigadores enfatizan la necesidad de aplicar medidas como el diseño de viviendas más resistentes al fuego y la reubicación de asentamientos en áreas de alto riesgo. Estas estrategias podrían ser clave para mitigar el impacto de incendios en comunidades vulnerables, como Los Ángeles, mientras avanzan en la reconstrucción tras los recientes siniestros.