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Del 1 de enero al 31 de mayo del 2024 se registraron en Guerrero 746 homicidios, de modo que, en promedio, cuatro personas fueron asesinadas diariamente en la entidad.
Entre las víctimas mortales a causa de estos hechos se encuentran políticos, elementos y mandos de corporaciones policíacas, funcionarios estatales y hasta un normalista de Ayotzinapa.
Datos del secretariado
De acuerdo con datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP), en enero hubo 145 asesinatos, en febrero, 161; marzo, 132; abril, 160; y mayo, 148.
Si hacemos la comparación entre ellos, podemos decir que febrero y mayo fueron los más violentos en estos primeros cinco meses.
El informe publicado el 20 de junio, indica que de los 746 homicidios que hubo en total, 551 fueron dolosos y 195 culposos. De esos mismos, 408 se cometieron con arma de fuego, 24 con arma blanca, mientras que el resto fueron catalogados como homicidios con "otro elemento" y que se dieron en hechos de tránsito.
Agrega que diariamente hubo cuatro casos en promedio, sin embargo, es uno menos si lo comparamos con los cinco que se registraban diariamente en el mismo periodo del año pasado, donde hasta esa fecha se llevaban 759 víctimas.
Algunas víctimas
Como se recordará, el 24 de abril fue asesinado en su casa en la comunidad de El Ocotito, municipio de Chilpancingo, el subsecretario de Planeación Educativa de la Secretaría de Educación Guerrero, Benjamín Adame Pereira.
Según los reportes de ese entonces, sujetos desconocidos ingresaron al domicilio particular del funcionario y lo apuñalaron con un arma punzocortante. Sobre este crimen no hay ningún presunto responsable detenido.
Antes de incursionar como servidor público, Adame Pererira fue activista y fundador de Morena en los pueblos que conforman el corredor del Valle del Ocotito y en la zona de la Sierra del municipio, incluso fue aspirante a la candidatura a presidente municipal de la capital por este mismo partido.
Un caso más de homicidio es el suscitado el 29 de mayo en Coyuca de Benítez al candidato del PRI-PRD-PAN, José Alfredo Cabrera, cuando se encontraba en la comunidad de Las Lomas en su cierre de campaña.
El contendiente fue acribillado por la espalda por un sujeto armado que se encontraba en medio de los asistentes al acto proselitista. El agresor fue detenido en ese instante por escoltas y guardias nacionales que resguardaban al político. Este hecho trascendió a nivel nacional e internacional puesto que se dio cuatro días antes de las elecciones del 2 de junio.
Los asesinatos también tocaron a las corporaciones policiacas, luego de que en Acapulco fue acribillado a tiros el comandante de la Policía Vial de este municipio, Eduardo Chávez Manzanares.
Asesinato del normalista Kothan
Otro hecho que trajo temporalmente crisis política y social a Guerrero y al gobierno de Evelyn Salgado Pineda, fue el asesinato del estudiante del normalista de Ayotzinapa, Yanqui Kothan, el 7 de marzo a manos de la Policía Estatal.
Los reportes oficiales de ese entonces indicaban que el alumno viajaba en un vehículo junto a dos de sus compañeros en la carretera Chilpancingo-Tixtla cuando en el antiguo Libramiento fueron detenidos por agentes en un retén que tenían instalado en el lugar.
Los presuntos responsables fueron arrestados y vinculados a proceso por un juez. El suceso trajo como consecuencia fuertes protestas de integrantes de la Federación de Estudiantes Campesinos Socialistas de México en Chilpancingo y la Ciudad de México y la renuncia de los entonces secretarios General de Gobierno y de Seguridad Pública Estatal, Ludwig Marcial Reynoso Núñez y Rolando Solano Rivera, respectivamente, y de la fiscal de Guerrero, Sandra Luz Valdovinos Salmerón.
Este, como los otros 745 homicidios registrados en estos cinco meses, no ha sido resuelto ni por las autoridades de justicia estatales ni federales, en tanto la mandataria morenista Evelyn Salgado sigue sin poder contener esta violencia que en los últimos días cobró la vida de los alcaldes en funciones y electo de Malinaltepec y Copala, Acasio Flores Guerrero y Salvador Villalva.
