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Análisis, Tabasco.- Javier May Rodríguez, virtual gobernador de Tabasco, ha comenzado la ruta de instalación de lo que será su próxima gubernatura. Lo hace con el rancio ritual priista de reunirse con grupos sociales selectos y privilegiados. Pero no hay de otra: toda la escuela política es priista, a los gobernantes postamlo no se les da la creatividad, ni el talento político para inventar las nuevas formas que la nueva realidad demanda.
Javier May se deja conducir. En la política nadie sabe nada. Hay un equipo de manipuladores, de interesados que lo maneja como un vil títere; le dicen a dónde debe ir y con quién; le sugieren, le cuchichean, le recomiendan lo que debe o no decir. El llamado sarcásticamente “hombre del tren” hace caso a todo. Hay muchos polítiquillos mafiosos atrás de este nuevo mandatario como los dueños de esos consorcios periodísticos que viven del chantaje.
Javier May dice que tiene la experiencia para gobernar porque fue senador (unos meses) y diputado local; también fue alcalde de su natal Comalcalco donde tuvo un mediocre desempeño. ¿Pero es suficiente esto para saber gobernar un estado conflictivo? Andrés Manuel López Obrador nunca fue diputado ni senador, ni siquiera llegó a regidor, pero gobernó medianamente bien. No es condición haber cobrado antes en un cargo de elección popular para saber gobernar.
May Rodríguez mantiene una actitud de alejamiento con ciertos sectores, que según la apreciación personal de su equipo, le son adversos. Parece que no aprendieron nada de López Obrador: el presidente nunca le dio la espalda a la adversidad, por lo contrario, la enfrentó y la sumó a su causa, cuando pudo. La peor recomendación que puede recibir un gobernante es darle la espalda a los problemas, mentir o simular. Todo tiene consecuencias tarde o temprano y el costo a pagar es mayor.
Los retos del nuevo gobierno
El gobernador electo de Tabasco tiene tres graves problemas que enfrentar: la salud, la educación y la seguridad. Las personas que designe al frente de esas secretarías no solo tienen el reto de rescatar de la rapiña administrativa y financiera que les hereda el repugnante desgobierno de Adán Augusto y Carlos Merino, sino de evitar un colapso mayor en poco tiempo. Son secretarías saqueadas. Parece que AMLO va a recomendar gentes para esas secretarías.
Sin embargo, lo mínimo que la población que espera de May, es que en el periodo de entrega recepción haya informes públicos de cómo está recibiendo el nuevo gobernador cada una de esas secretarías. La gente necesita saber cuál es la situación real del la administración pública que le deja Carlos Merino, gobernador sustituto de Adán Augusto.
Por el bien de Tabasco y de la honestidad que defiende López Obrador Javier May debe evitar esas reuniones “agradables y productivas” con el mediocre y corrupto gobernador Carlos Merino. Esas reuniones “agradables y productivas”, lo único que dicen es que Javier May piensa tapar la corrupción que recibe y continuar la suya.
Resulta increíble que el nuevo gobernador pueda revertir la violencia y los altos niveles de drogadicción y alcoholismo de Tabasco solo con discursos voluntaristas o con la publicidad pagada en los periódicos locales, cuyos dueños se frotan las manos por los jugosos convenios que esperan recibir.
Hasta donde se ve, el señor May Rodríguez no tiene ningún plan para Tabasco. Las cosas que dijo durante su campaña son los programas federales de AMLO, por eso el presidente impondrá el gabinete.
Nunca habló de cómo piensa terminar con la inseguridad y el crimen que amenaza a los tabasqueños. Nunca mencionó nada sobre el desastre educativo en el que se encuentra Tabasco. Nada sobre la salud, mucho menos sobre la situación lastimosa de la cultura.
Más de 300 millones de pesos fueron destinados este año a la secretaría de Cultura de Tabasco y no hay resultados de esa inversión. Lo que se ve es indigencia, abandono y mediocridad. Falta de transparencia y nula rendición de cuentas. Aun así, hay necios que piden crear una universidad de las artes y un nuevo complejo cultural en la quinta Grijalva. El burro sigue al burro.
¿Cómo piensa el nuevo gobernador de Tabasco revertir todo este panorama desolador? Tabasco es un estado que vive en la indigencia cultural, política y social. A quienes el nuevo gobernador designe en las diferentes secretarías, dirá mucho de lo que se puede esperar del gobierno y del futuro que necesitan los tabasqueños.
Ojalá, por el bien de Tabasco, el señor Javier May no se equivoque al designar a su equipo de gobierno. Sabemos que más de la mitad le será impuesto al nuevo gobernador por ya saben quién, y que el resto quedará para la rapiña de los grupos de poder que lo respaldaron. Con un gabinete impuesto por los intereses políticos, sin escuchar el sentir de la gente, Javier May no podrá cumplir absolutamente con nada de lo que esperan quienes votaron por Morena.
Tabasco vive una realidad compleja, se requiere creatividad y talento político para sacar adelante este estado, la gente que anda con May son los mismos de siempre, los que ya causaron el este desastre que hay. Nada nuevo se puede esperar. El tiempo al tiempo.