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En México, se estima que entre 18 y 20 mil recién nacidos presentan cardiopatías congénitas cada año, lo que representa aproximadamente el uno por ciento de los nacimientos. Estas malformaciones cardíacas, que se desarrollan durante las primeras 12 semanas de gestación, requieren diagnóstico oportuno y tratamiento especializado para mejorar la calidad de vida de los pacientes, según informaron especialistas en el marco del Día Internacional de las Cardiopatías Congénitas.
El doctor Juan Francisco García García, jefe del Servicio de Cardiología del Hospital General de México, explicó que estas enfermedades se clasifican en dos tipos principales: cianóticas y no cianóticas. Las primeras se caracterizan por una coloración azulada en la piel del bebé debido a la falta de oxígeno y suelen requerir intervención quirúrgica inmediata. Las no cianóticas, en cambio, pueden manifestar síntomas más tardíos, como fatiga y dificultad para respirar durante la alimentación o la actividad física.
El diagnóstico de estas afecciones puede realizarse durante el embarazo mediante ultrasonidos especializados que detectan alteraciones en el desarrollo del corazón. Además, en las primeras horas de vida del recién nacido, el tamiz neonatal con oximetría de pulso permite identificar cardiopatías graves que necesitan atención urgente.
Por su parte, el doctor Iñaki Navarro Castellanos, jefe del Departamento de Cardiología del Hospital Infantil de México “Federico Gómez”, señaló que algunos factores de riesgo están asociados al consumo de medicamentos y productos químicos durante el primer trimestre del embarazo. Para reducir la probabilidad de desarrollar estas malformaciones, recomendó evitar el contacto con personas que padezcan infecciones virales, mantener un control ginecológico adecuado, seguir una alimentación balanceada y consumir ácido fólico desde antes de la concepción. También destacó la importancia de la vacunación contra enfermedades como la rubéola, que ha demostrado ser eficaz en la prevención de estas afecciones.
El tratamiento de las cardiopatías congénitas varía según la gravedad del caso e incluye desde vigilancia médica y medicación hasta procedimientos como cateterismos y cirugías. En el Hospital Infantil de México “Federico Gómez” se realizan anualmente alrededor de 320 cateterismos y 250 cirugías para corregir estas malformaciones, además de estudios complementarios como ecocardiogramas y angiorresonancias.
La Secretaría de Salud enfatizó la importancia de fortalecer las estrategias de prevención, promover el diagnóstico temprano y capacitar al personal médico para mejorar la detección y el tratamiento de estas enfermedades. Según las autoridades, estas acciones son fundamentales para reducir el impacto de las cardiopatías congénitas en la población infantil y garantizar una atención adecuada desde las primeras etapas de vida.
