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La presidenta Claudia Sheinbaum rechazó la medida del gobierno de Donald Trump quien impuso aranceles secundarios del 25% a los países que compren petróleo o gas a Venezuela.
Enfatizó que no está de acuerdo con que se pongan sanciones económicas a las naciones, pues no sólo se afecta a sus gobernantes, sino a todo su pueblo.
“No estamos de acuerdo con que se pongan sanciones económicas a los países, es un principio de la política exterior mexicana, no sólo es del gobierno que represento, sino en general; además, lo establece la Constitución. Eso es importante porque no sólo afecta a un gobierno o a una persona, sino a un pueblo entero. Para resolver los problemas siempre está la diplomacia y el diálogo internacional”, dijo esta mañana desde Palacio Nacional.
Sheinbaum subrayó la importancia de la política petrolera de la nación, enfocada en consumir internamente todo el petróleo que se produce en el país. Señaló que, durante años, México dependió de la exportación de petróleo, un modelo que alcanzó su punto máximo en los gobiernos de Vicente Fox y Felipe Calderón, quienes sobreexplotaron los yacimientos, lo que calificó como una “irresponsabilidad enorme”.
“Durante muchos años México dependía de la exportación de petróleo, después esa política tuvo su máxima expresión con Fox y con Calderón, quienes sobreexplotaron los yacimientos de petróleo de nuestro país, una irresponsabilidad enorme. Cantarell que es el gran yacimiento que le dio tanto a México. Un yacimiento tienes que explotarlo racionalmente para que te dé más petróleo por más tiempo. En la época de Fox se llegó a producir 3.2 millones de barriles de petróleo diarios, es el máximo de producción que ha tenido nuestro país, ¿para qué? Para exportarlo a Estados Unidos, principalmente”, explicó Sheinbaum.
La mandataria destacó el caso de Cantarell, el principal yacimiento petrolero de México (y uno de los más importantes a nivel mundial), que, según afirmó, fue mal gestionado durante las administraciones de los presidentes mencionados. Explicó que para maximizar la producción y extender la vida útil de un yacimiento, es fundamental una explotación racional, lo que no ocurrió en sexenios anteriores.
La presidenta dijo que el objetivo actual del gobierno es mantener una producción de 1.8 millones de barriles diarios a lo largo del sexenio. Este petróleo se destinará a ser refinado en las plantas nacionales para cubrir las necesidades de gasolina y diésel de México.
Finalmente, la presidenta reiteró su postura en contra de las sanciones económicas internacionales, argumentando que no benefician al país. En este contexto, enfatizó que la política energética de México se basa en una explotación racional de los recursos para satisfacer las demandas internas de hidrocarburos.