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Ancestros de los humanos podían correr... pero eran más lentos

Un estudio basado en simulaciones 3D revela que Australopithecus afarensis, el homínido al que pertenece el famoso esqueleto de "Lucy", podía correr sobre dos piernas

Australopithecus afarensis, el homínido al que pertenece el famoso esqueleto de "Lucy"

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Un estudio basado en simulaciones 3D revela que Australopithecus afarensis, el homínido al que pertenece el famoso esqueleto de "Lucy", podía correr sobre dos piernas, pero a una velocidad considerablemente menor que los humanos actuales. Este hallazgo arroja luz sobre las capacidades físicas de uno de los primeros antecesores humanos que vivió hace más de tres millones de años.

La investigación, publicada en la revista Current Biology, utilizó un modelo digital del esqueleto de Lucy, descubierto en Etiopía hace casi medio siglo. Según Karl Bates, especialista en biomecánica evolutiva de la Universidad de Liverpool, el equipo combinó datos de fósiles con características musculares de simios modernos para estimar la masa muscular de Lucy y simular su capacidad de correr.

El análisis reveló que Lucy podía trotar erguida, aunque sin las adaptaciones musculares y tendinosas que permiten a los humanos modernos correr largas distancias de manera eficiente. Por ejemplo, carecía de un tendón de Aquiles alargado y fibras musculares más cortas, características cruciales para el rendimiento en carreras.

A pesar de ello, Lucy era capaz de alcanzar una velocidad máxima de aproximadamente 5 metros por segundo, en comparación con los 8 metros por segundo que puede lograr un humano promedio en las simulaciones. Incluso al modificar su estructura muscular con características humanas, el modelo digital de Lucy seguía mostrando limitaciones debido a sus proporciones físicas.

"Es interesante ver cómo, a pesar de mejorar sus músculos en el modelo, su velocidad máxima seguía siendo significativamente menor", señaló Bates.

El estudio confirma que Australopithecus afarensis estaba adaptado para caminar sobre dos piernas, una habilidad que marcó un hito en la evolución humana. Sin embargo, la investigación sugiere que esta especie no desarrolló aún las capacidades necesarias para recorrer largas distancias corriendo, como lo hacen los humanos modernos.

Herman Pontzer, antropólogo evolutivo de la Universidad de Duke, destacó que el estudio aporta un enfoque innovador para entender cómo el bipedalismo evolucionó y sentó las bases para las capacidades físicas humanas actuales.

Este trabajo abre nuevas preguntas sobre las adaptaciones que permitieron a los humanos evolucionar como corredores de largas distancias, un rasgo que ha sido clave para la supervivencia y éxito de nuestra especie.

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