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A dos meses de que Abelina López Rodríguez, fue votada para seguir al frente del Ayuntamiento de Acapulco, ha corrido mucha tinta (y la mayoría en negativo) sobre este hecho histórico en Acapulco: una mujer ha logrado ganar dos veces el municipio más importante del estado de Guerrero.
Una mujer proveniente de los pueblos originarios y de los afrodescendientes, logró lo que, ningún político ha logrado nunca: tener la oportunidad de consolidar un proyecto de 6 años de desarrollo para Acapulco.
La mayoría de las críticas que ha recibido Abelina en los últimos 60 días, son puras especulaciones llenas de un negro futurismo, pues le auguran un desastre en su segunda administración que iniciará a partir del 01 de octubre y le regatean los resultados obtenidos en su primera administración.
Uno de los resultados más importantes y que ningún exalcalde hizo, fue el pago de las deudas históricas de Acapulco, así como el pago de más de 500 millones de pesos al SAT y esto no es poca cosa. Hoy, ya no se pide prestado al estado para pagar los aguinaldos como se hacía anteriormente.
También le critican los cambios realizados, y los que vendrán, en su gabinete, cuando este hecho es completamente normal; sin duda el equipo de trabajo que la acompañó en su primera administración, no será el mismo que la acompañará en su segunda administración. No hay nada malo en ello ni fuera de la lógica política-administrativa.
Sin duda, también hay muchos temas pendientes por resolver como el agua, la basura, el saneamiento de la Bahía y la prevención de la violencia.
Estos temas son estructurales y sobrepasan en sobremanera el presupuesto anual asignado al municipio de Acapulco, por lo que para su solución de fondo, es necesario la concurrencia de recursos tripartita.
Bastaría con que el gobierno federal destinara 3 mil millones de pesos anuales extras, tal como lo hizo para la construcción del Complejo Cultural Los Pinos, para solucionar de una vez por todas los problemas estructurales del puerto.
Otro pendiente es la reconstrucción de Acapulco después del Otis, pero aquí no es solo responsabilidad del Ayuntamiento, sino en mayor medida de los empresarios y las grandes inversiones privadas que se necesitan para reparar la infraestructura hotelera y de servicios de las que vive el puerto.
Por lo pronto, ya se está preparando la entrega-recepción, los libros blancos y el tercer informe, en donde se dará a conocer a los acapulqueños el estado que guarda la administración y los recursos públicos.
